domingo, 10 de junio de 2007

Y el séptimo día, descansó...no era domingo???

Cada domingo que me levanto para ir a trabajar pienso en lo injusta que es la vida, que quiero renunciar al trabajo, bla, bla y por suerte se me pasa rápido porque me consuelo sabiendo que termino temprano y puedo disfrutar del resto del día.
Pero trabajar un domingo tendría que estar prohibido por la ley...

1 comentario:

Aquarianne dijo...

Hey, Rubia tarada, te dejé un jueguito en mi blog juejuejue (?)
:-)